De acuerdo a una encuesta realizada por Workopolis, el 90% de las personas creen que las telecomunicaciones contribuyen a una mayor productividad.
No obstante, estas son las personas que ya han experimentado trabajar desde casa, a diferencia de la mayoría de los empleados de hoy en día, los cuales se encuentran con una situación sin precedentes en el año 2020, a medida que la pandemia se agudiza y sus jefes ordenan que el trabajo desde casa sea obligatorio.
Al principio, el nuevo orden de trabajo podría parecer como una bendición o como un milagro. Tener a tu jefe, el cual se encontraba reacio a aprobar la solicitud para trabajar desde casa, enviándole correos electrónicos a todos acerca de los “beneficios de trabajar remoto” puede tenerte encantado.
Sin embargo, no te encontrabas preparado para el declive de tu productividad tan pronto como inició el trabajo desde casa. A fin de cuentas, todos estábamos acostumbrados a la algarabía de nuestro lugar de trabajo, bajo la mirada vigilante de nuestros jefes, a discusiones y debates cara a cara, a espacios de trabajo equipados con toda la parafernalia necesaria y a los descansos divertidos.
Ahora ya no es lo mismo. A medida que las semanas se vuelven meses, el nuevo escenario no pinta ser lo suficientemente motivador como para enfrentar los múltiples obstáculos que perjudican la productividad.
Cosas que te distraen estando en casa
Es fácil reconocer lo que te interrumpe al trabajar dentro de un espacio profesional, pero, en casa, cualquier asunto personal se fusiona con tu trabajo, no existe un límite claro. Lo más probable es que ni te enteres que ciertas cosas están afectando tu productividad.
Estar alerta y reconocer estas distracciones te podrán permitir evitarlas durante las horas de trabajo
Así que mantente atento y detéctalas, ya que puede existir una forma de evitarlas durante las horas de trabajo:
Quehaceres del hogar: Los quehaceres son tu excusa para ponerte en marcha cuando una nueva tarea se vuelve inminente. Lavabas la ropa, cocinabas y limpiabas cuando aún ibas a la oficina. Entonces ¿Por qué permites que estos quehaceres interfieran ahora que trabajas desde casa? Aparta un tiempo para realizar estas actividades.
Miembros de la familia: Nadie puede evitarlos estando en el hogar, en especial cuando se tiene niños, los cuales demandan constante atención. Necesitarás ser estricto con respecto a la cantidad de tiempo que dispongas para interactuar con ellos, si es que de verdad quieres mejorar tus niveles de productividad.
Una vez que sepas cuáles distracciones externas afectan tu productividad y trates con ellas de la forma debida, tal vez quieras empezar a enfocarte en los elementos internos, como por ejemplo, prestar atención a que no seas tú el obstáculo que perjudica tu propia productividad.
A continuación algunas estrategias que puedes repasar:
Acepta la nueva normalidad
A muchos se nos ha hecho difícil comprender qué será de nuestra nueva situación. Cuando pensamos que la situación es temporal, le echamos la culpa a nuestra falta de productividad dentro del entorno actual.
“Las cosas se pondrán en orden una vez que regresemos al trabajo”, nos decimos esta excusa a nosotros mismos. Deja de hacerlo. Estarás trabajando desde casa por un periodo considerable de tiempo y deberás sacar el mayor provecho tratando tu lugar de trabajo actual como si fuese el verdadero.
Comienza tu día con algo que te energice
La manera en la que comiences tu jornada puede predecir el tono del resto de tu día ¿Te despertaste tarde? Te sentirás con pereza el resto del día ¿Sientes fatiga? ¿No logras concentrarte en el trabajo? Seguro procrastinarás haciendo las tareas de la casa.
- Necesitas establecer una hora específica para despertar. Claro, no tendrá que ser tan temprano como solías hacerlo para lograr llegar a la oficina. Date un pequeño respiro y duerme cuanto sea necesario, solo asegúrate que no perjudique tu horarios.
- Comienza tu día con una rutina de ejercicios que se ajuste a tu ritmo y que llene de energía tu cuerpo y mente. Un estudio de la Universidad de Bristol encontró que las personas que tienen el hábito de hacer ejercicios durante los días de trabajo cuentan con mayor energía y una actitud positiva para conquistar la jornada.
- Antes de tomar tu primera taza de café, primero bebe un poco de limón en agua tibia. Si tu salud no te lo permite, hazte un smoothie saludable. El agua de limón cuenta con un sinfín de beneficios, incluyendo una mejor absorción de los nutrientes en el estómago y niveles de energía que duran todo el día. Eso sí, no desayunes justo después de tomar el agua de limón, espera de 15 a 20 minutos. Incluso, puedes hacer tu rutina de ejercicios durante este tiempo de espera.
- Ahora ten la comida más importante del día ¿Alguna vez has escuchado que a alguien le hayan prescrito saltarse el desayuno? Seguramente no. Entonces no tienes excusas para evitarlo. Además, una vez que hayas comido, el hambre no te distraerá de tu trabajo.
- De igual manera, mantente alejado de las pantallas hasta que hayas terminado con tu desayuno. Ver noticias, redes sociales, correos electrónicos u otros textos, suelen hacernos perder la paz y tranquilidad de las mañanas, tirándonos de cabeza a la locura de lo que sucede en el mundo exterior. Así que date un tiempo, sino estarás añorando ese descanso por el resto de la jornada.
Vístete y arregla tu espacio de trabajo
¿Cómo es posible que lleves la oficina a casa cuando te encuentras en pijamas y tienes tu computador en tu cama deshecha? No resultará muy motivador, ya que te sentirás en un entorno muy informal, lo que hará que fácilmente caigas en la rutina de trabajar hasta muy tarde para cumplir con una fecha de entrega.
Así que, cuando te despiertes, vístete como si fueses a cumplir con tu jornada habitual y acomoda tu espacio de trabajo, asegurándote de no tener distracciones. Lo que significa, un escritorio bien organizado y limpio, libre de papeles, bocadillos a medio comer, etc.
De esta forma, sentirás que realmente te encuentras en la oficina, en un entorno profesional. Además, la anticipación que generan las ganas de quitarte el uniforme después de un largo día de trabajo, ponerte tu ropa más cómoda y saltar en la cama será motivación suficiente para trabajar rápidamente.
Establece tus objetivos diarios
Planear puede ayudar mucho a lograr cosas durante el día. Un estudio reveló que el 98% de los ejecutivos atribuyen su éxito como el “resultado de hacer planes y estrategias”. Otro estudio concluyó que definir objetivos concretos suele infundir un 50% más de confianza para alcanzarlos y un 32% más de control sobre sus vidas.
Asimismo, un sentido de control tiende a generar cierta determinación que a muchos les permite persistir y conseguir lo que se proponen.
Así que establece metas específicas cada día. No digas cosas como “Voy a escribir un poco”. Mejor define tu objetivo y divídelo en partes si es muy grande, dedícale cierta cantidad de tiempo y no te extralimites. De esta forma, un objetivo que diga “Voy a investigar y escribir esta sección de mi informe en menos de dos horas”, te será más apto y útil.
Haz una cosa a la vez
Algo que puede desmotivar mucho y desanimarnos de lograr nuestros objetivos es la innecesaria carga que conlleva hacer varias tareas al mismo tiempo. Acéptalo, cuando haces distintas cosas a la vez, terminarás halándote el cabello debido al estrés y no lograrás nada. Incluso, de sí poder lograrlo, no tendrán el mismo nivel de calidad que pudiesen si hubieses dedicado todas tus energías a esa tarea en particular.
Así que detente por un momento si te encuentras haciendo una, dos o tres cosas al mismo tiempo. Esto significa realizar las cosas dentro de los plazos de entrega. No pasará nada si terminas mucho antes de la fecha límite, así no te verás abrumado en el último momento, luchando con todo.
No te permitas desgastarte como profesional
Muchas personas creen que trabajar desde casa carece de complicación y no es demandante, como consecuencia experimentarás más presión por parte de los altos directivos para conseguir más resultados. Por lo tanto, terminarás trabajando por más horas de las que solías hacerlo.
Adicionalmente, nadie nunca toma en consideración las responsabilidades domésticas que se suman a la ecuación en medio de una pandemia, lo que además no te permite socializar y relajarte. Haciendo que sea fácil perder el rumbo de la cantidad de tiempo que te está tomando trabajar y cuánto estás dedicándole a los quehaceres de la casa.
Queda de tu parte enfocarte en tu trabajo dentro de horas específicas y comunicarle a tu jefe si te sientes sobrecargado. Aprende a decir que no cuando las cosas comienzan a salirse de control y evita utilizar frases como, no lo creo, déjame ver, etc.
Una investigación realizada por la Universidad de California, en San Francisco, concluyó que entre más problemas tengas para decir que no, mayor es la probabilidad que seas víctima del estrés, desgaste e incluso de depresión.
Trabaja en una combinación de proyectos fáciles y difíciles
Puede que trabajes en las tareas más difíciles primero para poder aligerar la sensación de apatía que has comenzado a experimentar desde que comenzaste a trabajar desde casa, pero puedes tener por seguro que tu cerebro se acostumbrará a este nivel de intensidad y terminarás aburrido nuevamente.
Estos constantes niveles extremos de trabajo te dejarán agotado e insatisfecho. Así que es de suma importancia encontrar un equilibrio a medida que comienzas con tus tareas. Incluye una buena combinación de tareas difíciles que sean adecuadamente desafiantes, y tareas fáciles que puedas tomar con calma.
Sin distracciones hasta que hayas terminado, al menos, una tarea importante
Los correos electrónicos, los mensajes de texto, las llamadas telefónicas e inclusive preparar el almuerzo del día son parte de tus hábitos de procrastinación. Una manera de dejar de hacerlo es realizando el trabajo más pesado y desagradable en la primera oportunidad posible.
Esto significa cero distracciones. Podrás relajarte con el resto de actividades cotidianas una vez que hayas terminado.
Comienza a socializar virtualmente
De acuerdo al Estado de Trabajo Remoto (State of Remote Work) del 2018, los empleados que trabajan desde lejos afirman que la soledad es la mayor desventaja dentro de un entorno laboral remoto.
Has hecho la transición de estar en una oficina, donde frecuentemente ocurren discusiones informales cara a cara y divertidas horas de almuerzo, a un ambiente donde hay cero interacciones, a menos que abras un mensaje de parte de tu colega favorito y que éste no trate de asuntos del trabajo.
Estos penosos niveles de socialización pueden volver loco hasta a el más introvertido. Así que tú y el resto de tu equipo deberán asegurarse de socializar a través de una buena conexión de internet y conllevar conversaciones que no giren alrededor del trabajo para que puedan relajarse un poco y promover un sentido de comunidad.
Interactuar con la familia está bien, pero nadie puede empatizar mejor con los problemas y molestias que enfrentas en el trabajo como lo haría un colega.
Así que, establece un tiempo específico donde todos puedan hacer una videollamada mediante un canal privado y, tal vez, tener un almuerzo virtual juntos. Adicionalmente, puedes sumar algo de diversión y risas con la ayuda de juegos grupales de preguntas en línea a través de aplicaciones.
En el estudio de un caso del centro de llamadas de Bank of America, aquellos empleados que comparten almuerzos y se permiten tener conversaciones más amenas eran más exitosos, con una mejora de la productividad del 15% al 20%, un 19% de disminución en los niveles de estrés e, incluso, menos renuncias.
Termina tu día a un tiempo preestablecido
Como mencionamos anteriormente, trabajar desde casa tiende a desdibujar las líneas entre la vida doméstica y laboral. A menudo pierdes la noción de cuánto tiempo estás dedicando a qué cosa. Además, si comienzas tarde, lo más seguro es que tengas que mantenerte hasta muchos después de lo esperado y terminar con todas las tareas del día.
La flexibilidad de trabajar desde casa puede dejarte sintiéndote agotado y estresado, en vez de productivo y satisfecho, así que tendrás que reunir toda tu disciplina y establecer el tiempo en el que abrirás y cerrarás tu laptop.
No seas indulgente hacia una tarea innecesaria que requiera de tu atención al final del día de trabajo, solías dejarlas para el día siguiente ya que te ibas a casa, así que podrás hacer lo mismo y pasar un tiempo de calidad con tu familia o incluso contigo mismo.
Celébralo mientras lo tengas
Sin importar como vaya tu día, asegúrate de celebrar lo que tienes. Trabajar desde casa es una bendición con la que muchos no cuentan durante una pandemia global. Inclusive, durante días normales, tener horario de trabajo flexible no se obtiene tan fácilmente. Así que considéralo como un obsequio y celebra la oportunidad para poder mejorarte para el futuro próximo.
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