Todos hemos sido parte de un proyecto escolar en grupo donde había un “líder” que decidía cuáles ideas eran interesantes y que catalogaba a las demás como aburridas. Además del líder, también estaba el holgazán que no hacía nada pero que se llevaba el crédito por el trabajo duro que habían hecho los demás.

De acuerdo a nuestras experiencias pasadas, no es de sorprenderse que a la mayoría de nosotros nos aterre ante la idea de trabajar con otros.

Sin embargo, suceden cosas increíbles cuando las personas se juntan para crear algo nuevo. Como, por ejemplo, Wikipedia. Abrimos esta página diariamente sin pensar mucho en las personas detrás de ella. Es en realidad el resultado de la acción conjunta de distintos  voluntarios que aportan sus conocimientos al sitio web, creando así una enciclopedia en línea accesible. Todo de forma anónima.

¿Y qué hablar acerca de The Beatles, una de las bandas más influyentes del mundo? Su capacidad de trabajar en equipo los lanzó al estrellato internacional. Respetaron la individualidad de cada miembro y no tuvieron miedo de compartir responsabilidades.

Si todos estuvieran igual de involucrados en lograr un objetivo en común, trabajaríamos más rápidamente e innovaríamos mejor. Además, llegaríamos al punto donde podríamos contar con el apoyo de cada miembro de nuestro equipo.

Como dijo Michael Jordan una vez: “El talento gana partidos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos”.

Beneficios del trabajo en equipo eficiente

Los equipos eficientes se desempeñan a un nivel superior y obtienen excelentes resultados. Esto suena bastante bien, a excepción que esto es más fácil de decir que de hacer. Si buscas un equipo eficiente, donde la comunicación sea efectiva, que resuelva los conflictos y que logre llegar a acuerdos, todos los miembros deberán poner sus egos a un lado. Una vez alcanzado todo esto, los beneficios serán ilimitados:

Combina fortalezas

Trabajar con diferentes individuos ayudará a sacar provecho de sus distintos talentos. Tal vez tú sepas manejar la parte creativa de tu trabajo, mientras que a tu colega se le da muy bien la planificación. Unir sus habilidades y compartir métodos con el resto de los miembros los ayudará a aprender a combinar sus técnicas y volverse un mejor equipo.

Evita el agotamiento

Compartir la carga con el resto de tus compañeros reduce el agotamiento. Te pueden proporcionar el apoyo emocional necesario ya que son los que mejor pueden entender el estrés que te genera completar tus tareas y tu trabajo.

Enseña resolución de conflictos

Cuando reúnes a personalidades únicas en un mismo equipo, surgirán conflictos. Si bien diferentes orígenes y puntos de vista pueden dar paso a una colaboración de equipo exitosa, de igual forma pueden causar disputas. Sin embargo, cuando surja un desacuerdo, los colegas se verán obligados a resolverlo entre ellos mismos. 

Fomenta la capacidad de asumir riesgos

Cuando cuentas con el respaldo de tus compañeros, puedes asumir más riesgos y probar cosas nuevas. Tener un sistema de apoyo te proporciona la libertad de salir de los esquemas tradicionales y te brinda seguridad en caso de que falles.

Reduce el estrés

Trabajar en conjunto con otros quita el estrés de que una sola persona sea la responsable de completar las tareas. Además, si tu equipo se lleva bien, se inspirarán a trabajar, lograr más, y, lo más importante, se divertirán juntos. De esa forma, se sentirán menos estresados.

Características de un buen trabajo de equipo

Podemos reconocer un buen trabajo en equipo desde el momento en que lo vemos. Hay algo que lo hace destacar. Una especie de energía que irradian. A continuación hemos enlistado los aspectos más importantes que poseen.

Nos gustaría comenzar con la comunicación

Los miembros de un buen equipo no asumen que todos cuentan con el mismo tipo de información, por lo que estar constantemente informados acerca de los más recientes avances es un aspecto obligatorio. De igual forma, deben ser buenos escuchando y motivar a los demás miembros. Esto demuestra el nivel de respeto que tienen hacia sus compañeros y su apertura a nuevas ideas. 

El respeto se da para recibirlo de los otros. Esto hace que todos sientan que su contribución se toma en consideración, lo que beneficia la productividad y los resultados. 

El respeto lleva a que los mejores equipos den paso a distintas opiniones. Coincidir en un objetivo en común debe ser la principal prioridad, pero esto no debe reprimir las demás opiniones diferentes. Apoyar las opiniones divergentes mejora el desempeño, estimulando nuevas ideas y a la imaginación, lo que fortalece el aspecto creativo.

El apoyo forma un vínculo invaluable para todo en el equipo y ayuda en el proceso de desarrollo profesional. La red de apoyo puede consistir de ayuda y asistencia o reconocimiento y promoción.

Un equipo ideal cuenta con un sistema de confianza. Si no creen en el proceso, no tendrán éxito alguno. La única forma de generar confianza es teniendo la libertad de expresar opiniones y puntos de vista personales. Esta es una de las razones por la que los grandes equipos suelen participar en dinámicas que fomenten el trabajo en equipo, colocándose en una posición de confianza.

Y, por último, son felices en el trabajo. Algo que no es de sorprender. Una moral alta y una colaboración efectiva van de la mano como la mermelada y el pan. De hecho, muchas personas se mantienen en una empresa por más tiempo si desarrollan un sentido de comunidad y pertenencia. 

Consejos para formar a un buen equipo

¿Cómo se puede lograr todo lo que hemos mencionado?

Formar un buen equipo de trabajo puede ser algo complicado, especialmente cuando contamos con distintas personalidades dentro del equipo. Quizás unos busquen ser tranquilos y trabajar todo el día, sin interrupciones, con los audífonos puestos, mientras que otros prefieren hablar y moviéndose todo el día de un lado para el otro. Asi que, incluso estando en el mismo equipo, sus responsabilidades y sus destrezas son bastante diferentes. La idea es hacer que todos los estilos de trabajo se complementen entre sí para aumentar la productividad.

Echemos un vistazo a algunas de las estrategias para crear el equipo perfecto.

Define tareas, deberes y responsabilidades

Si alguna vez has tenido la oportunidad de ver Stranger Things, notarás que todos tienen un papel único que complementa al resto del equipo. Cuando se designan responsabilidades, los miembros del equipo se sentirán cómodos con sus respectivas cargas de trabajo. Las responsabilidades de cada miembro deben estar en sintonía con el resto para que el equipo pueda funcionar. De igual manera, cuando se definen los objetivos del equipo, es mucho más fácil abordar la tarea en cuestión. Si deseas establecer objetivos, prueba la estructura S.M.A.R.T., lo que permitirá que tus objetivos sean específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales. 

Incorpora una aplicación de comunicación para equipos

Contar con las herramientas adecuadas permitirá que tu equipo logre más cosas. Una plataforma como, por ejemplo, Chanty, puede facilitar más que nunca la comunicación y ayudarte a reducir el número de correos electrónicos distractores e innecesarios. Haciendo que todo sea de fácil acceso y centralizado. Con este proceso, los proyectos avanzan con mayor rapidez y los miembros del equipo se sienten más satisfechos.

Elige un líder de equipo

Un equipo bien balanceado requiere de un líder adecuado. Y cuando decimos “adecuado”, no nos referimos a que sea un “buen líder”. La cuestión es que un líder adecuado debe hacer que las personalidades de cada individuo concuerden entre ellas. De no ser así, surgirán problemas.  Por ejemplo, no es una buena idea tener un líder del tipo relajado en un equipo que necesite supervisión. Por otra parte, un microgestor no es la mejor elección para un equipo que incluya individuos que desee trabajar de forma autónoma.

Ten un mejor sistema de incorporación

La forma en la que incorporamos a los nuevos empleados determinará la forma en la que encajarán con el resto del equipo. Una experiencia de adaptación personal puede producir beneficios con respecto al compromiso de parte de los empleados. Un mal proceso de incorporación hará que los nuevos empleados se sientan desconectados y desinteresados.

Implementa un sistema de apadrinamiento

Una vez que se sume un nuevo miembro al equipo, se emparejará con alguien que ya conozca el sistema. Este sistema no solo te permitirá mostrarle a los nuevos empleados sul trabajo, sino que también les ayudará a que conozcas a todos en la oficina e ir juntos a almorzar o tomar un café.

Realiza reuniones diarias 

Estas reuniones no tienen porqué ser pesadas. Pueden ser asuntos rápidos y oportunos que ayudarán a todos a mantenerse enfocados. Ayudará a todos en el equipo a ser más productivos y a que los miembros del equipo resuelvan problemas con mayor facilidad. Apartar un par de minutos todos los días creará una rutina que genera camaradería.

Promueve la apertura y la transparencia

Nadie debería tener miedo de hacerse escuchar. El viejo dicho “en boca cerrada no entran moscas” no debe aplicarse al mundo corporativo actual. Cuando los miembros de un equipo son transparentes con sus ideas, se mejora el nivel de participación de todos y se crea una cultura de trabajo fuerte. Este tipo de entorno laboral ayuda a que los miembros del equipo se sientan más valorados. 

Conózcanse fuera del trabajo

¿Ir a una fiesta después de la jornada laboral? ¿Ir por unos tragos en el happy hour? ¿o realizar fiestas en la oficina? Tanto tiempo y tantas fiestas de las cuales escoger. Incluso las actividades virtuales en chats grupales son una buena forma de mejorar las relaciones entre colegas.

Esto también incluye dinámicas que fomenten el trabajo en equipo. Como mencionamos anteriormente, son una excelente forma de forjar relaciones personales ya que se basan en la confianza. Un simple viaje de campo o ir a un escape room serán más que suficientes. Estos eventos promueven un sentimiento de amistad entre los miembros del equipo.

En resumen

Los mejores equipos no tratan de solamente tener a las personas más inteligentes de la habitación. Un equipo se trata de tener una unidad cohesiva. Mucho de esto se basa en la psicología y se relaciona a la forma en la que las personas tienen distintos enfoques al momento de trabajar. Los mejores equipos se crean en base a la personalidad, el diseño de roles, la imparcialidad y la paciencia. Y una vez que contemos con un equipo verdaderamente comprometido y que los miembros compartan un objetivo en común, no hay límites con lo que se pueda hacer.