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- Lección 8: Cómo convertirse en un empleado autogestionado Lectura de 3 minutos
- Lección 9: ¿Cómo aumentar la productividad en el trabajo? Lectura de 3 minutos
- Lección 10: Herramientas de productividad Lectura de 4 minutos
- Lección 11: Técnicas de resolución de problemas Lectura de 5 minutos
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Tu progreso
Recibe tu certificadoLección 4: Fatiga de Zoom: ¿Qué es y cómo superarla?
Antes de comenzar a profundizar en la eficiencia productiva, debemos abordar (, 2009). La mejor forma de sentirse satisfecho es ingiriendo pequeñas porciones de comida que balanceen carbohidratos, grasas y proteínas.
Un estudio reciente de Robert Half indica que el 44% de las personas les fatiga las videollamadas. Aunque es un concepto completamente nuevo, es un problema considerable que ha surgido desde que comenzó la pandemia.
En esta lección, hablaremos sobre qué es la fatiga de Zoom, qué la causa y qué podemos hacer para combatirla.
¿Qué es la fatiga de Zoom?
Nos gustaría comenzar señalando algo importante: cuando decimos fatiga de Zoom, nos referimos a la apatía hacia las videollamadas en general, no solo a Zoom. Solo queremos aclarar esto ya que creemos que es realmente injusto para Zoom, debido a que es solo una de las múltiples herramientas que utilizamos para hacer videollamadas.
De todas formas, la fatiga de Zoom puede explicarse como una sensación general de cansancio y agotamiento extremo causada por las videoconferencias. Si nuestro trabajo requiere que participemos en múltiples videoconferencias al día, eventualmente requerirá más procesamiento mental que las conversaciones cara a cara.
Estos son algunos de los síntomas que indican la fatiga de Zoom:
- Ansiedad
- Dolores de cabeza o migrañas
- Agotamiento
- Fatiga ocular
- Dolor de espalda
- Bajos niveles de productividad
- Falta de concentración
- Pesimismo
Los síntomas pueden variar dependiendo de la persona. Algunos pueden experimentar solo uno o dos síntomas, pero otros pueden experimentar casi todos.
¿Cómo solucionarlo?
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Apaga la cámara
No siempre necesitamos estar sonriéndole cámara. Podemos descansar y relajar nuestros pómulos de vez en cuando.
La idea de ser visto y estar presentable durante las llamadas nos distrae y nos hace sentir cansados. En la mayoría de los casos, ni siquiera necesitas de una cámara. Por ejemplo, si alguien está haciendo una presentación, el presentador no necesita verte. Además, si hay un gran grupo de personas en la reunión, nadie se molestará en mirarte.
Si por alguna razón necesitamos tener la cámara encendida, podemos ocultar la vista de nosotros mismos y así no tendremos que mirarnos durante la videollamada. Esto reducirá el nivel de ansiedad, puesto que no estaremos preocupados por nuestra apariencia.
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Considera herramientas de comunicación alternativas
Zoom es una plataforma útil. Sin embargo, no es la única para que te comuniques con tus colegas. Date un descanso y prueba algo más sencillo o, como decimos,
- Correo electrónico - ¿Esto pudo haber sido un correo electrónico, no? Solo envía un breve mensaje en lugar de hacer una llamada de Zoom.
- Chanty – Aplicaciones de mensajería como Chanty son una gran forma de mantenerse en contacto y compartir información con el resto de tus colegas. Los mensajes no te fatigarán tanto como lo hacen las videollamadas.
- Teléfono - Simplemente toma el teléfono y reduce el número de reuniones virtuales.
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Evita hacer varias tareas a la vez
Sabemos que es tentador hacer más de una cosa a la vez, pero las investigaciones demuestran que esto afecta nuestra eficiencia productiva. Y seamos sinceros: Nadie es bueno haciendo varias cosas a la vez. Cierra las pestañas en tu navegador que no necesitas y concéntrate en cosas más productivas (Recuerda, una tarea a la vez). Las llamadas virtuales efectivas requieren de mayor capacidad mental, por lo que hacer varias tareas simultáneamente en estas circunstancias se vuelve especialmente problemático.
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Ajusta tu horario
Si tenemos reuniones unas tras otras durante todo el día, nos Lo que necesitamos son descansos entre cada reunión para darle a nuestras mentes y a nuestros ojos un descanso, y estirar un poco nuestras piernas. Si tu reunión está programada para durar 30 minutos, no la prolongues. Llegado el tiempo, despídete y deja que tus compañeros sigan con su día.
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Muévete un poco
Hablando de descansos, antes, cuando íbamos a la oficina y terminábamos una reunión, íbamos a nuestro escritorio o a la cocina a tomarnos una taza de café. Hoy en día, simplemente cerramos Zoom, abrimos Chrome y continuamos donde lo dejamos. No le damos a nuestro cerebro un descanso después de la llamada. Trata de hacerlo un hábito, recarga baterías saliendo y respirando aire fresco antes de la próxima tarea. Te ayudará a enfocarte y tener una jornada de trabajo productiva.
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Ten conversaciones informales
Cuando tienes una reunión en persona, ¿saltas directamente al punto? Siempre se charla un poco, se hacen chistes o se cuenta lo que se hizo el fin de semana. La fatiga de Zoom no se solo se trata de la tecnología, sino también de la comunicación. Cuenta un chiste y trata de hacer reír a todos. Una buena risa es muy beneficiosa.
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Designando un día libre de reuniones
Probablemente no seas la única personas en tu empresa que siente la fatiga de Zoom. Habla con tus colegas al respecto y establece un día libre de reuniones. En ese día, nadie en la empresa programará reuniones. Esto te dará la oportunidad de concentrarte en tu trabajo sin tener que hacer intervalos de videollamadas. También puede ser al revés, designa un único día donde se hagan todas las reuniones.
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Di "no"
¿Realmente tienes que atender todas las videollamadas? La respuesta probablemente sea no. Esto es una de las cosas más difíciles que tendrás que hacer, pero es muy efectiva. Puedes preguntarle al anfitrión de la reunión sobre el tema y ver si funciona para ti. Si piensas que la reunión no valdrá la pena tu tiempo, siéntete libre de declinarla. No dudes en hacerlo si esto aumenta tu eficiencia productiva.
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Graba videos en lugar de hacer llamadas
Los mensajes de video a veces pueden reemplazar por completo a las videollamadas. Son más eficientes y claros. No solo ahorran nuestro tiempo, sino también el de los demás.
Esperamos que esta lección te haya ayudado a comprender mejor qué es el fenómeno de la fatiga de Zoom y cómo reconocerla para tener así un día más productivo.